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RECONOCER DIVERSIDAD FAMILIAR FORTALECE A LA DEMOCRACIA: SNDS-PRD

PRONUNCIAMIENTO 002
SNDS/MAR/2017
En vísperas del “Día de la Familia”, el cual se realizará el próximo 5 de marzo, desde la Secretaría Nacional de Diversidad Sexual del Partido de la Revolución Democrática (SNDS-PRD) subrayamos que los cambios políticos, sociales y culturales experimentados por la sociedad mexicana durante los últimos años, han permitido avanzar en la ruta hacia un pleno reconocimiento de los derechos de todas y cada una de las personas que la conforman.

De esta manera, los grupos sociales históricamente discriminados como el de la diversidad sexual han dado pasos firmes, pero aún insuficientes, en dirección a la igualdad. Estas luchas sociales han enfrentado la resistencia de opositores al avance democrático. La administración de Vicente Fox, del conservador Partido Acción Nacional, instauró en 2006 el primer domingo de marzo como “Día de la Familia” en respuesta a la exigencia de justicia hecha por miles de ciudadanos y ciudadanas que luchaban por el reconocimiento jurídico de sus hogares y familias que no respondían al modelo tradicional.

Con esta iniciativa, la derecha política y religiosa buscó, sin éxito, invisibilizar el gran crisol multifamiliar de México. En contraste, con la llegada del PRD al Gobierno de la Ciudad de México en 1997, inició un proceso de transformación y de construcción democrática que años más tarde reconocería en la capital del país los derechos de todas las familias independientemente de su conformación.

Para el PRD, el reconocimiento jurídico de la pluralidad familiar en México, constituye uno de los grandes pendientes para consolidar el Estado de Derecho. En congruencia, la SNDS impulsa el ejercicio de libertades como el matrimonio civil igualitario, acompañado del derecho a la adopción, como uno de los necesarios puntos de partida para el reconocimiento de todas las conformaciones familiares del país.
En contraste con el discurso conservador y dogmático, no es la orientación sexual de quienes encabezan los arreglos familiares lo que determina su bienestar, sino las condiciones económicas, políticas, sociales y culturales generadas por el Estado a través de políticas públicas enfocadas a atender desde el ámbito institucional, los problemas y necesidades de todas las familias.

La unión y solidaridad de las familias no se resquebrajan por el amor entre parejas del mismo sexo, lo que en verdad afecta a todos los arreglos familiares son las consecuencias de erróneas decisiones políticas y económicas de quienes gobiernan desde el ámbito federal. Los estragos de los vaivenes económicos dañan a las familias, el amor entre iguales, no.

El alza en los costos de las gasolinas, el incremento en el precio del dólar, la ola de violencia desatada por el crimen organizado, el lento crecimiento económico, la impunidad, la escasa impartición de justicia, así como las amenazantes políticas migratorias del presidente Donald J. Trump y la deficiente política exterior mostrada por el gobierno de México para defender a sus connacionales en los Estados Unidos, son los auténticos factores que debilitan y merman la calidad de vida de las familias mexicanas, sin importar su conformación.

De acuerdo con cifras de la Organización Internacional del Trabajo proyectadas para 2017, en México habrá al menos 2.4 millones de desempleados. Políticas económicas erróneas como el llamado “gasolinazo” fomentan la desigualdad y el empobrecimiento de las familias y han obligado a millones de mexicanos y mexicanas a emigrar a los Estados Unidos en busca de una mejor calidad de vida.

La riqueza generada por los migrantes no sólo beneficia al coloso del norte, sino que contribuye a la estabilidad de la economía mexicana a través del envío de las remesas. En la mayoría de los casos, la población migrante no elige abandonar a sus familias, sino que es forzada a hacerlo por la escasez de oportunidades.

Por estas razones, los 26 millones de familias, que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía existen en México, requieren ser reconocidos y tomados en cuenta en los presupuestos públicos y en la generación de empleos pues la exclusión en la toma de decisiones políticas y económicas, sin duda, las hace más vulnerables.

Para la SNDS-PRD, el bienestar de las familias mexicanas no depende de la simpleza de los espots que en radio y televisión difunde el Consejo de la Comunicación. El reto es mucho mayor. La diversidad familiar en México es una realidad y reconocerla jurídica, social, y culturalmente conllevará a fortalecer el proceso de construcción democrática que tanto urge a nuestro país.

¡Democracia ya, Patria para todos!
José Antonio Medina Trejo
Secretario Nacional de Diversidad Sexual del Partido de la Revolución Democrática

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