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EL DESABASTO DE LA RAZÓN Y LA LUCHA VS EL SIDA

Galeria Diversa

Por Antonio Medina Trejo

Desde que inició este gobierno, quienes viven con VIH en México y han logrado ser indetectables al virus por la disciplina de tomar sus antirretrovirales, hoy viven en la incertidumbre por el desabasto de medicamentos que priva en las instituciones públicas de salud, ya que para estar sanos, se requiere lograr la adherencia a los antirretrovirales, mismos que el gobierno actual no está garantizando en las farmacias de las instituciones públicas de salud.

El acceso universal a la salud de quienes viven con VIH se logró desde principios de este siglo luego de una batalla enfurecida del movimiento de la lucha contra el sida que permitió que miles de personas que vivían con el virus desde los años 80 y 90, accedieran a los servicios de salud bajo la premisa -que no se cumplía- de acceso universal a la salud. La lucha no fue sencilla. Duró desde finales de los años 80. Murieron cientos de miles de personas a causa del sida. Los prejuicios y la ignorancia en las instituciones públicas de salud les mataron.

A pesar del logro que se experimentó al inicio de este milenio (que fue resultado de trabajo intenso del activismo, de la voluntad de funcionarios del sector salud de inicios de este siglo, y de reformas a las leyes de salud propuestas desde el Congreso de la Unión), el abasto de los medicamentos antirretrovirales siempre fue un tema complejo de resolver, entre otros motivos, porque la misma industria farmacéutica privilegia sus intereses económicos por encima de la salud pública.

A pesar de esas complicaciones, México logró que más de 200 mil personas con VIH accedieran a la salud aunque no tuvieran seguridad social, lo que generó la disminución significativa de casos de sida, y que, de hecho, las personas comenzaran a ser indetectables al virus, lo que se tradujo en la reducción de posibilidades de transmitir el VIH, y mejorar la salud sexual y emocional de las personas, además de la disminución de costos económicos que esto significó, pues la incidencia de hospitalizaciones por sida se redujeron en un alto porcentaje los últimos años.

Las torpezas del nuevo gobierno

El cambio de gobierno en 2018 vino a desequilibrar ese logro con la decisión a raja tabla del presidente López Obrador de no comprar medicamentos antirretrovirales debido a la sospecha de corrupción en su compra. Muy buena medida si hubiera habido una estrategia para no dañar la salud de las personas. Al momento nadie está en la cárcel por esa sospecha. Lo que sí ha sucedido es que varios miles de personas dejaron de recibir sus medicamentos antirretrovirales, generando que se rompiera la disciplina en la ingesta de medicamentos, lo que ha provocado que dejaran de ser indetectables al virus.

Este problema de desabasto que generó el presidente y su gobierno por tomar decisiones sin planear ni tener diagnósticos precisos, ha robado años de vida a quienes viven con VIH.

En mayo del 2019 hubo protestas frente al IMSS en Reforma para exigir el abasto de antirretrovirales. No fue todo el activismo. Las ONGs contestatarias, cuestionadoras y propositivas de otros tiempos guardaron silencio y prefirieron estar de lado del gobierno avalando sus decisiones sin cuestionar nada, en detrimento de la salud de quienes dicen defender.

Luego de esa protesta, la abogada ciudadana Andrea Rocha, interpuso amparos colectivos en Tamaulipas, Querétaro y Estado de México. La acción conjunta con el PRD fue exitosa. Hasta el momento esas personas amparadas han recibido sus medicamentos puntualmente. Hoy en día se han sumado a esa estrategia de litigio estratégico niños y niñas con cáncer, mujeres con cáncer de mama, y otros grupos de pacientes con enfermedades crónico degenerativas. Con esta acción comunitaria se está obligando al presidente de la República, a la Secretaría de Hacienda y a las instituciones de salud a garantizar el derecho a la salud.

El problema se fue agravando conforme pasaron los meses, y el gobierno, en lugar de rectificar, profundizó el problema al no resolver eficazmente la compra de antirretrovirales y medicamentos para el cáncer. Hoy día el desabasto de medicamentos tiene en vilo a miles de personas en todo el país. Hay temor del activismo de a pie (no el institucionalizado) y de personas que viven con VIH a protestar, pues se les ha intimidado desde las oficinas del morenismo LGBT que se ha colado al gobierno para contener protestas, cooptar líderes y encubrir las incongruencias de la 4T.

Y ante la radicalidad del gobierno de generar desabasto de medicamentos, una acción también radical, aunque justa, fue la protesta de activistas frente a las oficinas centrales del IMSS, donde rompieron un par de vidrios e hicieron algunas pintas en la fachada del inmueble en su primer protesta del 21 de febrero donde exigieron el abasto de antirretrovirales. Repitieron la acción de manera pacífica una semana después.

El activismo institucionalizado y acomodaticio pronto salió a la defensa del gobierno. Otros sólo guardaron silencio y observaron desde su clóset morenista para no ser etiquetados como rijosos y contrarios al nuevo régimen. Portarse bien, dirían algunos; otros, salvar la chuleta y ser dóciles para garantizar prebendas.

La lucha social en favor del acceso universal a la salud, y en particular la lucha contra el sida, tiene un reto extraordinario ante el retroceso que se está viviendo en el actual sexenio: manifestarse o morir; alzar la voz, o ser aplastada por la demagogia clientelar del nuevo régimen que usa las artimañas del pasado para corromper y prostituir las luchas sociales.

#DelDesabastoALaResistencia dicen quienes protestan y exigen que el gobierno actual garantice el derecho a la salud de quienes viven con VIH. La moneda está en el aire.

@antoniomedina41

Texto publicado originalmente en Big Bang México el 3 de marzo, 2020. https://bigbangmexico.com/el-desabasto-de-la-razon-y-la-lucha-vs-el-sida/

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