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Nuevo diputado gay de Morena traiciona a su población con voto a favor de reforma al Poder Judicial

– Diputada bisexual de MC defiende la lucha social de la diversidad sexual

Por Antonio Medina Trejo *
Miren la incongruencia del nuevo diputado gay de la XLVI Legislatura de México, Jaime López, votando a favor sin ningún respingo la ley contra el Poder Judicial que propone su presidente y que afecta, entre muchos otros temas, los derechos conseguidos por el activismo de la diversidad sexual en las últimas dos décadas. (video anexo)

¿El diputado López será un levantadedos más como el resto de su bancada? ¿Seguirá defendiendo a ultranza todo lo que ordene el Ejecutivo, aunque afecte a la población que dice representar? O ¿Solo usó su “activismo” para llegar a la curul y ahora servir ciegamente la agenda de su partido y no la de su población? Y duda razonable: ¿Permanecerá toda la legislatura, o cuando el Gobierno Federal abra un espacio de diversidad sexual, se irá corriendo a ocupar ese cargo (tan anhelado por él desde hace años) y dejará su curul al suplente?

En contraste a esa actuación sumisa y entregada del diputado gay, la diputada bisexual, Laura Hernández, de Movimiento Ciudadano, se dio el tiempo de analizar y reflexionar sobre el retroceso y afectación que generará la aprobación de la ley contra el Poder Judicial que propone el Ejecutivo Federal. (Video anexo)

Su voz, aunque marginal, mencionó uno a uno de los grupos sociales que se verán afectados por esta ley demoledora de la democracia mexicana, entre ellos, el de la diversidad sexual, el de lucha contra el sida, el de las mujeres o comunidades indígenas, entre otros.

La nueva diputada federal de la diversidad sexual de México, fiel a sus convicciones como activista por más de tres décadas, fue contundente en su rechazo a la ley presidencial y se solidarizó con quienes han luchado por derechos y libertades.
Mientras la diputada Hernández leía su posicionamiento bien escrito y argumentado, la sorda e irrespetuosa mayoría morenista desoía sus planteamientos, esos que alguna vez muchos de sus líderes defendieron cuando pertenecieron a la izquierda del PRD, y que hoy en su pedestal de mayoría (conseguida con base a trampas), ya no les importan, ya no son su prioridad, al fin y al cabo, ya lograron tener votos de esa población, la que hoy les mira estupefacta por su doble discurso.

Falta ver si la dos veces diputada Celeste Ascencio, de Morena, que se asume lesbiana, indígena y mujer joven (tres acciones afirmativas), vota en contra de la propuesta desde su nuevo y cómodo curul en el Senado de la República una vez que la Reforma de ley llegue a esa soberanía, o si va a seguir siendo omisa para defender los derechos de “sus poblaciones”.
Lo menos que se esperaría de esta senadora michoacana es que meta reservas que garanticen los derechos de los sectores que dice representar, aunque si nos basamos en su actuación como diputada, que propuso una reforma de ley para quitarle a la Corte la facultad de emitir acciones de inconstitucionalidad, se vislumbra que seguirá levantando su dedo para obedecer lo que le indiquen desde el poder Ejecutivo.

Sirva este repaso relámpago de un tema que importa a las poblaciones sexo-diversas de México sobre cómo se comportarán sus representantes en el Poder Legislativo, pues apenas en estos cuatro días de la nueva legislatura, y en un ambiente enrarecido, convulso y violento por parte de la mayoría morenista, ya vemos las diferencias que pueden haber con las ex diputadas trans, Sandra Luevano y María Clemente, de Morena, que tuvieron mucho foco mediático por sus estridencias, pero que en resultados concretos no lograron mucho, pues su propio partido las bloqueó para lograr legislar en favor de su población.

Así pues, hoy el escenario político es adverso para todos los movimientos sociales. La reforma al Poder Judicial deja vulnerables a quienes luchan desde la sociedad civil por derechos y libertades. Ya no habrá la posibilidad de emprender amparos colectivos que permitan que el Estado respete derechos y libertades, que facilitaron a estas poblaciones avanzar en derechos las últimas dos décadas y media.
El activismo está siendo observado por el poder omnipotente y destructor de Morena, y cada día que pasa la sociedad civil se queda sin herramientas legales de defensa colectiva e individual. Ya no habrá transparencia ni forma de obligar al gobierno para responder por omisiones, corrupción, violación de datos personales o información sobre programas sociales, sus presupuestos o criterios de ejecución.

El #obradorismo que se hereda al gobierno de Claudia Sheinbaum (2024-2030) está desmantelando la lucha social y convirtiendo a activistas (con honrosas excepciones) en clientelas dóciles, sumisas y dependientes del apapacho gubernamental; ese que premia, da reconocimientos, copta y se silencia con dádivas, pero también al que se le quitan recursos del gobierno o se les bloquean fuentes de financiamiento de empresas o fundaciones internacionales que les permitieron en las últimas tres décadas realizar su trabajo comunitario.

La moneda está en el aire para activistas de México del movimiento de la diversidad sexual y de lucha contra el VIH/sida: ¿mirar pasivamente o actuar? ¿Protestar o asumir la sumisión? ¿Ser lambisc@n o criticar con argumentos? ¿Proponer o nadar de muertito y dejar que otros, otras, otres se paleen, digan, reclamen, denuncien, propongan?.

#morenismo
#obradorismo
#OrgulloLGBT
* Activista / @antoniomedina41
Anexos:
Video:
https://fb.watch/uotp9dFYR_/
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