Antonio Medina Trejo
Esta mañana hemos despertado sin el noticiero de Carmen Aristegui de MVS. Esta mañana se nos ha privado a la ciudadanía de un espacio en el que confiamos muchos y muchas, porque nos reflejábamos y porque sentimos muy real todo lo que se decía ahí.
El periodismo radiofónico que nos regalaba todas las mañanas Carmen y su equipo de periodistas nos permitía ver una realidad que en muchos otros medios se esconde o simplemente no la ven quienes están frente a los micrófonos, ya sea por miopía intelectual o por la seducción del chayotazo.
Esta mañana los niños y niñas no escucharán a las 7:30 la sección de niñonautas, que tanto le gusta a mi hijo Mateo.
Esta mañana, el poder factico y convenenciero de la familia Vargas cedió ante la presión del poder político, ante el poder del señor presidente y la nomenklatura del estado mexicano que no quiere ver ni oír a las voces críticas.
El “estado despótico” del que hablan los teóricos de la político es una realidad en México y una de sus muestras es la imposibilidad de NO ENTENDER QUE NO ENTIENDEN.
Es lamentable que un espacio que ha luchado por la ética periodística y por el periodismo de investigación (muy escaso en la actualidad), sea clausurado por intereses político de quienes ostentan el poder en esta país.
La apuesta en este momento es mostrar el músculo de la sociedad civil organizada, de los gremios académicos, sindicales, de grupos y sectores que consideren que el cierre de este espacio atenta contra la libertad de expresión.
En ese sentido, es preciso manifestarnos porque en México se garantice la integridad y permanencia en sus espacios de quienes hacen un periodismo ético y crítico para que realicen su trabajo.
Si nos quitan esta posibilidad, otras batallas, otras luchas, otros sueños nos seguirán siendo arrebatados y cuando busquemos apoyos, solidaridades, será probable que ya no haya nadie que pueda ayudarnos.
@antoniomedina41 Carmen Aristegui