La noche del sábado 11 de mayo documenté mi equipaje en el mostrador de Interjet en la terminal de Cancún en el vuelo 2305 que salía a las 21:15 horas, aunque se anunció que tenía un retraso de 20 minutos. Yo casi nunca documento, trato de viajar ligero, pero documenté porque el joven que me atendió me hizo la pregunta de protocolo que advierte que no se deben llevar líquidos que rebasen los 100 mililitros en las maletas que uno sube al avión. Yo no iba a documentar equipaje, pero como llevaba un bloqueador solar de 125 mililitros, hice caso al joven y cumplí con la regla de no llevar a bordo mi maleta si traía en ella un líquido mayor al permitido. Por ello documenté.
Al ir hacia la sala de espera, antes de pasar el reten de revisión recordé que en la maleta llevaba mi otro celular y un Ipad de mi amiga Alma que olvidó en un viaje previo en Durango, y yo, al regresar a dicha entidad, me encargué de recogerlo, por lo que lo traía en mi maleta junto a mi otro celular. Insisto, al acostumbrar no documentar, pues meto los aparatos en una bolsa de seguridad de la maleta.
Al percatarme de eso, no más de 5 minutos después de haber documentado, me regresé corriendo al mostrador y pedí al joven que me atendió que si podía sacar mi maleta ya que había olvidado dos aparatos en su interior. Me dijo que lo solicitaría. Que esperara.
Para ello quiero decir que yo fui de los primeros en documentar en ese vuelo, pues llegué dos horas y media antes. Él llamó a alguien y 10 minutos después le dijeron que era complicado. Pedí hablar con un directivo de la empresa y luego de 20 minutos, al dirigirme por la tardanza a las oficinas, me encontré a la señora Lili Medina, a quien iba a buscar a su oficina. Le comenté lo sucedido con detalle y le pedí de favor que hiciera lo posible por regresar mi maleta.
Con poca amabilidad me pidió que fuera a su oficina y que ahí me iban a resolver mi problema. Al llegar a su oficina una joven me atendió y radió al área correspondiente para solicitar la maleta. Dio los datos de mi equipaje y me pidió que esperara en el mostrador. Como comenté, fui de los primeros en documentar, por lo que, de acuerdo a la señora Lili se tardaría la maleta en devolverse a mostrador alrededor de 30 minutos, por lo que tenía tiempo en lograr recuperar mi maleta con los aparatos electrónicos.
Esperé con paciencia, nos obstante, pasó el tiempo y mi maleta nunca llegó. Se documentó todo el pasaje del avión y el joven del mostrados me dijo que la maleta no llegaba y que perdería el vuelo y que ya no había más vuelos ese día con asientos disponibles. Al día siguiente yo tenía un compromiso muy importante por la mañana por lo que decidí abordar, aunque con la preocupación de llegar y no encontrar los aparatos, pues en una ocasión, años antes, me sucedió lo mismo con una cámara electrónica que puse en la maleta y al llegar a mi casa, no estaba. Por cierto, fue la misma empresa: Interjet.
Al llegar a la ciudad de México, alrededor de las 24:00, fui a la banda número 1 donde saldrían las maletas del vuelo 2305, pero mi maleta no salió, ni la de unas 10 personas más. En el módulo de Interjet nos dijeron que nuestras maletas se quedaron en Cancún por el sobrepeso del avión y que llegarían en el vuelo de las 7:00 am del siguiente día, pero que nos las llevarían a nuestros domicilios. Nos hicieron llenar un formulario y en las observaciones relaté de manera sucinta lo que me aconteció en Cancún.
Por la tarde del domingo me contactó un taxista contratado por la línea aérea para precisar mi domicilio y hacerme entrega de mi maleta. Al llegar le pedí a mi esposo Jorge que antes de abrir la maleta filmáramos la revisión que haría frente al taxista y frente a él y para constatar que estuvieran o no los aparatos. Fui abriendo la maleta, y, en efecto, los aparatos no estuvieron. Interjet robó dos aparatos que juntos sumas alrededor de 15 mil pesos.
Es muy frustrante que las empresas aéreas no se quieran hacer responsables del robo de objetos de las maletas que les confiamos cuando hacemos uso de sus servicios. La coordinadora de Interjet en Cancún, Lili Medina, me dijo: “es responsabilidad de usted lo que haya dejado en su maleta. Nosotros no podemos asumir esa responsabilidad”.
Hoy día, además de estar muy enojado con esa línea aérea, estoy muy apenado con mi amiga Alma, a quien yo le haría el favor de entregarle su Ipad que olvidó en Durango, además de que yo mismo no tengo mi celular.
Interjet: ojalá que procedas a investigar quién sustrajo los aparatos y me repares el daño económico sufrido el pasado sábado 11 de mayo en el vuelo 2305 de Cancún a Ciudad de México.
Gracias
Atte.
José Antonio Medina Trejo
@antoniomedina41
j_medina27@hotmail.com